....en los viajes la nutrición es importante, el gasto energético es importante, pero no somos máquinas, además viajar es conocer el producto local y la gastronomía tradicional, y si somos nómadas nuestra creatividad debe dejar huella. Pautas principales: producto local de cercanías ecológico y social (relacionarse en los mercados locales ayuda a conocer su carácter, su cultura e incluso aprender su idioma)...con este entablado inauguro el concepto de micrococina camper....Gesundheit und Glück...

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  1. Alberto era un cicloturista que había decidido recorrer Europa con su bicicaravana, una bicicleta eléctrica equipada con una pequeña caravana que le permitía dormir y cocinar en cualquier lugar. Alberto había dejado su trabajo de oficina, su piso alquilado y sus pocas pertenencias para emprender esta aventura. Quería conocer otros países, otras culturas y otras formas de vivir. Quería sentirse libre, feliz y conectado con la naturaleza. Quería cumplir su sueño de viajar por el mundo sobre dos ruedas.

    Alberto empezó su viaje en España, su país natal. Cruzó los Pirineos y entró en Francia, donde visitó ciudades como Burdeos, París y Lyon. Siguió por Suiza, donde se maravilló con los Alpes y los lagos. Luego pasó por Alemania, donde disfrutó de la cerveza y la música. Después se dirigió a Holanda, donde se sintió como en casa entre tantas bicicletas y canales. Continuó por Bélgica, donde se deleitó con el chocolate y las patatas fritas. Luego llegó a Inglaterra, donde se adaptó al cambio de sentido de la circulación y al clima lluvioso. Después cruzó el Canal de la Mancha y entró en Francia de nuevo, donde tomó rumbo al sur.

    Alberto siguió por Italia, donde se enamoró de la pizza y el arte. Luego pasó por Eslovenia, donde se sorprendió con la belleza de sus paisajes verdes. Después entró en Croacia, donde se bañó en el mar Adriático y visitó ciudades históricas. Siguió por Bosnia y Herzegovina, donde aprendió sobre la guerra y la reconciliación. Luego llegó a Serbia, donde se divirtió con la gente y la fiesta. Continuó por Rumanía, donde se impresionó con los castillos y las leyendas. Después cruzó Bulgaria, donde se asombró con los monasterios y las montañas. Luego entró en Grecia, donde se deleitó con la mitología y la gastronomía.

    Alberto decidió volver a España por el Mediterráneo. Tomó un ferry desde Atenas hasta Brindisi, en Italia. Luego recorrió la costa italiana hasta llegar a Francia. Siguió por la Costa Azul hasta llegar a Barcelona, donde tomó otro ferry hasta Mallorca. Allí pasó unos días disfrutando de la playa y el sol. Después volvió a Barcelona y desde allí pedaleó hasta Madrid, su ciudad natal.

    Alberto había completado su viaje por Europa con su bicicaravana. Había recorrido más de 20 países y más de 10 mil kilómetros en un año. Había vivido experiencias inolvidables, conocido gente maravillosa y aprendido muchas cosas. Había cumplido su sueño.

    Pero Alberto se dio cuenta de que el verdadero viaje seguía. Se dio cuenta de que había cambiado su forma de ver el mundo y de verse a sí mismo. Se dio cuenta de que había crecido como persona y como ciclista. Se dio cuenta de que tenía ganas de seguir viajando y descubriendo nuevos lugares.

    Alberto decidió que no quería volver a su antigua vida. Decidió que quería seguir viviendo sobre dos ruedas. Decidió que quería seguir siendo un cicloturista.

    Así que Alberto vendió lo poco que le quedaba, compró un billete de avión y se fue a América con su bicicaravana.

    El verdadero viaje seguía.

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    1. ...ciencia poética ficción....que casi siempre se cumple....

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